Es su padre quien empieza a inculcarle el interés por las artes a través de la música, siendo el artista muy pequeño, lo que pudo empezar a llamar su atención por la creación. Comienza siendo pintor de paredes, pero pronto empieza a darle un enfoque más artístico, empezando en los años 40 a pintar al óleo, lo que le lleva a formarse en la Escuela de Artes y Oficios de la Lonja. Sus primeras obras muestran un enfoque naturalista y realista, pero su obra evoluciona gracias a una beca que recibe en 1952 para viajar a París, lo que condiciona su nuevo estilo. Recibirá influencias que le llevarán a ir abandonando la figuración para acabar situándose en la abstracción más absoluta.